Un delicioso platillo. Alfonso Ruizpalacios da otro acierto a su trayectoria cinematográfica con La cocina

Por Diego López

¿Qué es lo que nos distingue en ser de una nación?¿Qué es ser de acá o de allá? Fue algo que La cocina nos llegó a replantear. De Ruizpalacios siempre es esperar lo mejor, desde la perspectiva del público siempre existe la comparación de cuál película es mejor si Güeros o Una pelicula de policías o Museo etc., solo que por lo regular no nos detenemos a pensar en que cada pieza es fundamental para un desarrollo cuya finalidad es entregar lo mejor.

¿Por qué digo esto? La cocina, basada en la obra de teatro The Kitchen, nos presenta la historia de Pedro, interpretado por Raul Briones, quien es un cocinero inmigrante el restaurante The Grill en Nueva York (The Grill) donde la mayoría del personal también son inmigrantes ilegales. Pedro se encuentra perdidamente enamorado de una mesera estadounidense, interpretada por Rooney Mara. 

Todo comienza a ser un caos cuando se pierden 800 dólares de la caja fuerte y uno por uno son interrogados para descubrir al culpable. Pedro, de personalidad rebelde, carismática y en ocasiones inestable y que siempre busca más de lo que la vida puede ofrecerle, es uno de los sospechosos.

En una época donde el cine nacional nos llega a bombardear sobre la polarización, desigualdad y mundos diferentes, La cocina ofrece una fresca perspectiva y natural de estos conflictos; no dejan de ser temas importantes, solo que no es el enfoque principal. Eso me gusta mucho del cine de Ruizpalacios, plantea las problemáticas de una forma sutil, en la cocina no hay tiempo suficiente para dialogar sobre qué es desigualdad o qué es injusto, trabajo es trabajo, no hay humanidad, no hay paciencia, el plato está en la barra y debe ser entregado.

“Ese es mi sueño, tener un chingo de dinero, cuando tengo dinero, soy a toda madre”

¿Qué es lo que nos hace ser de acá? Un acierto increíble que tiene La cocina es el desarrollo y la escritura de sus personajes. El tener una cocina llena de personas de todo el mundo nos da una experiencia rica en diversas lenguas y costumbres. En una escena todos se insultan en diferentes idiomas, da la ilusión que es una clase de ritual antes de empezar el día, existe una hermandad, una unión, el trabajo en equipo, por mucho que solo quieran estar ahí para ganar dinero es inevitable crear vínculos, incluso relaciones. La dirección de Ruizpalacios refleja al mexicano, al macho, al jocoso, al carismático, al apasionado, porque sí, el mexicano es apasionado, es entregado y empático. No me van a dejar mentir que al menos uno de nosotros tenemos un familiar en el iunaite como coloquialmente se conoce. Me parece divertido que se demuestra el “tirar paro a un paisano” 

La cocina es una acierto sólido y delicioso en la carrera de Ruizpalacios. Refleja muchas verdades y experimenta con su sello característico que son sus close up, su detallado trabajo en el sonido, su juego con las luces blanco y negro. 

Si tienen la oportunidad de ver esta película, no se la pueden perder. Les recomiendo que si son personas que suelen estresarse, piensen antes de verla, porque sí hay bastantes momentos tensos y desesperantes.

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