Despúes de cinco años, Depeche Mode regresa a la Ciudad de México en la gira de su álbum más reciente Memento Mori.
Hay bandas cuyo nombre siempre resuena en nuestro país y agotan las entradas para sus shows en tan solo unos minutos, una de ellas es Depeche Mode. Este 21 de septiembre tuvimos la oportunidad de ir a la primera de sus tres presentaciones en la Ciudad de México.
Depeche Mode es una de las agrupaciones pioneras en la música electrónica y ha experimentado con este ritmo a través de los años. El día jueves nos regalaron un show lleno de luces y visuales con la característica “M” gigante al centro del escenario. Los colores proyectados cambiaban de acuerdo a la atmósfera de cada canción; pero eso no fue todo, también vimos imágenes que iban desde calaveras y cráneos hasta caballos.
Depeche Mode abrió su concierto con “My Cosmos is Mine” y, a pesar de que se demoraron 30 minutos en salir y la gente comenzaba a silbar, se escucharon gritos de emoción al ver a los integrantes en el escenario del Foro Sol.
La emoción del público varió a lo largo del show. En las canciones nuevas como “Ghosts again” la euforia disminunía; por el contrario, al escuchar “Precious” o “Enjoy de silence” el recinto explotó en coros y bailes de la mayoría de los asistentes.
La noche se volvió melancólica con la rola “World in my eyes”. La banda rindió homenaje con ella a su miembro fundador Andrew Fletcher y mientras sonaban las notas, se proyectó su fotografía. Dave y Martin no mencionaron nada al respecto, pero el visual fue suficiente para erizarnos la piel en memoria de este gran músico.
Los integrantes de la banda hablaron poco con el público, lo que nos recuerda el título de su tema “Enjoy the silence”, aun así en un par de ocasiones animaban a cantar y a alzar las manos. Lo que sí es indiscutible, es la energía que tienen al dar un concierto y los inconfundibles bailes del frotman y su chaleco que no cambian con el paso del tiempo.
Hacia la recta final del show, nos deleitaron con “Just can’t get enough” y “Never let me down again”. El público llenó de voces y gritos el Foro Sol hasta el último minuto de la noche con una de sus canciones más reconocidas, “Personal Jesus”.
Depeche Mode regresó a la Ciudad de México para recordarnos que no importa la edad que tengamos los asistentes, siempre podemos unirnos en un concierto y desbordar alegría en esa complicidad que la música nos hace sentir.